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La envidia


En el caminar de vida, buscando la mejor manera de llevar la convivencia, siempre nos conseguimos con obstáculos, unos mayores que otros, hoy hablaremos de uno de esos obstáculos, que algunas veces nos destroza la vida como lo es: La Envidia

La envidia es un destructor en potencia, es una enfermedad que ataca a la mayoría de la población, cuyos síntomas son: dolor, desdicha, odio, deseo de ostentar que puede llegar a dañar la capacidad de gozar y apreciar lo que se posee.


Se puede sufrir de envidia por múltiples razones, las personas pueden desear desde tener tus bienes, familia, esposo, trabajo, personalidad y hasta tu propia vida; Es increíble lo que las personas pueden llegar a hacer por envidia: reprochan, devalúan, humillan, critican, destruyen, difaman, castigan tanto física como psicológicamente al envidiado, tan solo por su ventaja, inclusive podrían eliminarlo, si, eliminarlo, porque no tienen límites para sus actos, viven en su burbuja de la soberbia y envidia, que no lo dejan ver que ellos mismos se están dañando.

Bertrand Russell sostenía que la envidia es una de las más potentes causas de infelicidad.

¿Por qué envidiamos?


Mi abuela decía: no hay peor brujería que la envidia y bien dicho lo tenía, pues la persona envidiosa es insatisfecha, peligrosa, tóxica, su envidia viene de su interior y nunca queda satisfecha, por eso siempre encontrará a quien dañar, alimentando su deseo de infelicidad y mal en otros.

Cuando ven pasar un auto hermoso, lo quieren, pero lo que no saben es lo que cuesta conseguirlo, no podemos vivir exigiendo cosas en la vida cuando no hemos dado, ni hecho nada por conseguirlo; De igual forma pasa cuando hay una mujer bella, muchos desean esa belleza, creen que la belleza es superior y se olvidan de admirar su propia belleza, entre otras cosas porque existen paramentaros que la sociedad marca: entre mas tienes, más vales, belleza superior a afeamiento, si no tienes, no eres nadie, apoderarse cueste lo que cueste, frases bien vacías y bajas para mi concepto.


De ese tipo de persona envidiosas y vacías debemos alejarnos para no contaminarnos, ya que ellos se sienten inferiores, con baja autoestima y por eso se ven impulsados a perjudicar a personas que poseen un bien o una cualidad superior según su perspectiva.


Personalmente, pienso que no hay personas superiores ni inferiores, todos somos iguales con cualidades diferentes, capacidades, competentes de obtener éxitos propios, somos individuos íntegros para lograr grandes cosas, no entiendo porque vivimos subestimándonos y deseando lo ajeno sin ni siquiera haber intentado ver lo que somos capaces de alcanzar por nuestros propios medios.

Valoremos todas las buenas cosas que tenemos

Recomiendo:


-Sentarse en un parque al aire libre, abrir los ojos y mirar al cielo, créanlo les dará todas las respuestas que están buscando


- Debemos olvidarnos de querer lo que tienen otros y pensar más bien todo lo bueno que tenemos, lo que queremos y como lo vamos a conseguir.


-Usemos nuestra inteligencia para hallar buenas alternativas, donde no dañemos a nadie para obtener lo que deseamos.


Recordemos lo que somos, nuestro valor no depende de lo que tenemos, depende de lo que somos, y somos personas grandiosas, hermosas y llenas de facultades increíbles, capaces de lograr grandes propósitos.


Amor propio, amor al prójimo y veremos como el universo conspirará siempre a nuestro favor.



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